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  • Índices
Los índices se usan como referencia de la evolución del rendimiento de un mercado, o sector. Ahora bien, ¿puedo operar índices? Por qué no?

En el mercado local, el inversor -no importa si es minorista o institucional- puede negociar ETF de los principales índices del mundo y futuros sobre el Índice Merval. Sólo necesitás enterarte de cómo hacerlo.

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Podrás, a través de ellos, tener una más eficiente administración de tu riesgo de cartera.

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Preguntas frecuentes

Los índices son una medida estadística diseñada para mostrar los cambios de una o más variables relacionadas y su tendencia a través del tiempo. En especial, los índices del mercado de capitales expresan cuál es el rendimiento de los distintos mercados (acciones, bonos, etc) en función de las variaciones de precio de una muestra de valores negociables representativa del conjunto de instrumentos negociados.

Al medir la evolución de un mercado, los índices sirven también como referencia para los especialistas que administran carteras de inversión: estos pueden comparar el rendimiento del grupo de valores negociables que seleccionaron para su portafolio de inversiones con el de la "cartera de mercado" representada por el índice. También servir de subyacente para determinados instrumentos financieros derivados, como los futuros, las opciones, los warrants, y Fondos Comunes de Inversión, ETFs (Exchange Trade Funds) que replican, por ejemplo, índices bursátiles o de bonos de diferentes países o regiones.

Hay diferentes tipos dentro de estos índices, que pueden por ejemplo, clasificarse por la situación geográfica de los activos que lo componen. Entre ellos, índices nacionales o internacionales. También sectoriales, compuestos por empresas de un sector determinado, o pueden estar conformados por diferente tipo de activos. Hay índices de renta variable, renta fija, de materias primas.

Puntualmente, los índices bursátiles suele identificarse con un indicador del movimiento de la cotización de las principales acciones que cotizan en un mercado, y es representativo de la evolución de ese mercado o de un segmento del mismo.

Estos se pueden definir como una ponderación matemática -existen varios modelos-de un conjunto de valores que cotizan en un mismo mercado para medir de ese modo de forma total el crecimiento o caídas de sus acciones, o más específicamente un indicador de la rentabilidad promedio de los valores que lo componen.

Si hacemos un poco de historia, el índice bursátil más antiguo –hoy aún en vigencia- es el Dow Jones que surgió, en realidad, concentrado principalmente en empresas ferroviarias. Su historia se remonta a 1882, cuando dos periodistas especializados en finanzas (Charles Dow y Edward Jones), profundizaron el análisis de las cotizaciones de las compañías más influyentes en la bolsa de NY para elaborar un folleto diario, llamado Customer’s Afternoon Letter. Puntualmente, eran nueve empresas ferroviarias y dos industriales, que buscaban como objetivo tener al lector una visión de la evolución de la economía.

En 1889, ese folleto pasó a convertirse en el diario económico más importante del mundo, The Wall Street Journal, en el que Dow ejercía como editor y Jones como administrativo. Mientras que, en mayo de 1896, el índice Dow Jones fue oficialmente lanzado al mercado cuando toma su composición puramente industrial. En ese entonces, la cartera de acciones seleccionada por Charles Dow incluía 12 empresas: la American Cotton Oil Company, la American Sugar Company, la American Tobacco Company, la Chicago Gas Company, la Distilling & Cattle Feeding Company, la Laclede Gas Company, la National Lead Company, la North American Company (empresa del sector energético), la Tennessee Coal, Iron and Railroad Company, la U.S. Leather Company, la United States Rubber Company y la única que permanece en el índice en la actualidad: General Electric.

En Estados Unidos, existen tres indicadores bursátiles principales; el Dow Jones Industrial Average, el Nasdaq Composite y el Standard & Poor’s 500. A los tres en conjunto se los conoce como los Security Market Indicator Series (SMIS), y tienen la función de ofrecer un análisis básico de cómo está el mercado financiero.

Si hacemos un poco de historia respecto a los índices bursátiles podríamos decir que el índice estadounidense más antiguo es el famoso Dow Jones Industrial Average (DJIA), simplemente conocido como Dow Jones, que surge de los creadores del Wall Street Journal para medir la actividad económica y financiera de los Estados Unidos a finales del siglo XIX. Este índice refleja hoy el comportamiento medio de las 30 empresas industriales más importantes. Si bien el Dow refleja el precio promedio de una acción de una compañía que forma parte del índice, su cálculo no es tan sencillo como un promedio lineal.

La selección de las acciones que lo componen está a cargo de un Comité de Promedios (Averages Committee) que conforman el Director Editorial del Wall Street Journal, el jefe de investigación de Dow Jones Indexes y el jefe de investigación de CME Group. Si bien la selección de acciones no se rige por reglas cuantitativas, en general una acción solo es añadida si la compañía tiene excelente reputación, presenta crecimiento sostenido y atrae el interés de un gran número de inversores. No tiene una metodología que obligue a su revisión períodica. En consecuencia, los cambios en la composición son poco frecuentes y ocurren generalmente después de adquisiciones corporativas u otros cambios drásticos en el negocio fundamental de una compañía componente.

Por otro lado, el Standard and Poor’s (S&P500), es otro índice bursátil ampliamente aceptado en el sector financiero. En los últimos tiempos, el S&P500 le ha ganado terreno al Dow Jones y es considerado el índice más representativo de las acciones americanas. ¿Por qué? Al tomar un número mayor de compañías (500 versus 30 del DJIA), el resultado representa mejor el comportamiento del mercado accionario. Además, otra diferencia entre ambos índices reside en la forma de calcularse que posee cada uno.

Existen algunos criterios básicos que utilizan los responsables de S&P para incorporar acciones a este índice. En primer lugar, cualquier empresa que quiera acceder al S&P500 debe tener una capitalización bursátil mínima de 3.500 millones de dólares. Además, deberán ser compañías radicadas en Estados Unidos; con un capital flotante de, al menos, el 50%; y deben contribuir a la estabilidad del sector al que pertenezcan, según el índice GICS (Global Industry Classification Standard), entre otros criterios. El S&P500 se calcula con una metodología de capitalización ponderada de los 500 activos que lo componen.

Por último, el Nasdaq Composite es un índice formado por las más de 3.000 acciones que cotizan en el sistema electrónico Nasdaq. Es conocido por albergar a las empresas tecnológicas más importantes tales como Apple, Google, Microsoft, Oracle, Amazon, Intel, entre otras. Su cálculo es por capitalización, ponderada de acuerdo al precio de mercado de cada acción. Una desventaja del Nasdaq es que suele ser más riesgoso y volátil que sus pares Dow Jones y S&P500

Entre los índices bursátiles de referencia del mundo, saliendo de EEUU, se encuentra el Eurostoxx 50. Es el principal índice bursátil europeo. Abarca las 50 empresas más importantes de la eurozona por capitalización y volumen de negociación. Mientras que, por países, se destacan el índice Dax 30 (de Alemania), el FTSE 100 (índice de referencia de la bolsa de Londres), y CAC 40 de Francia. En Asia, por su parte, el Nikkei 225. Este último el principal índice japonés compuesto por las 225 empresas con mayor liquidez de la bolsa de Tokio, que fue creado por el diario Nihon Keizai Shinbun.

El Instituto Argentino del Mercado de Capitales (IAMC), determina que el índice Merval -calculado desde 1986-, mide el valor en pesos de una canasta teórica de acciones, seleccionadas de acuerdo a criterios que ponderan su liquidez. El índice está compuesto por una cantidad nominal fija de acciones de distintas empresas cotizantes, y a esta cantidad fija de acciones que cada firma posee en el índice se la denomina cantidad teórica.

Ahora bien, las acciones que componen el índice cambia cada tres meses, cuando se procede a realizar el recálculo de esta cartera teórica, sobre la base de la participación en el volumen negociado y en la cantidad de operaciones de los últimos seis meses. Una vez, calculado este coeficiente de participación en función de la ponderación que cada especie tiene en el volumen total negociado y en la cantidad de operaciones del último semestre, se ordenan todas las acciones cotizantes en forma decreciente según su coeficiente de participación, y se seleccionan aquellas que se encuentran dentro del acumulado del 80% de participación. Además, las empresas seleccionadas deben cumplir con el requisito de haber negociado en por lo menos el 80% de las ruedas del período considerado. Por último, se ajusta la participación de cada acción respecto al total que compondrá el índice Merval, de acuerdo a una fórmula establecida, y desde allí se calcula la cantidad de acciones que cada empresa tendrá dentro de la cartera teórica. Esta cantidad es, en principio, fija durante el trimestre de vigencia de la cartera.

Al menos, salvo que existan eventos corporativos, que puedan modificar esa cantidad teórica. Puntualmente, cuatro eventos: pago de dividendos en efectivo; pago de dividendos en acciones; revalúo de acciones; y suscripciones por nuevas acciones.

El nuevo índice general de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, también cierra su nueva composición cada trimestre, aunque a diferencia del Merval su cartera estará determinada por el conjunto de acciones que han negociado como mínimo el 20% de las ruedas de los últimos seis meses. En tanto, este índice es ponderado por capitalización bursátil. De este modo, su valor resulta de la división entre el importe agregado de la capitalización bursátil de las acciones componentes a valores corrientes, por el concepto análogo referido a la fecha base.

La manera de operar índices accionarios desde Buenos Aires es operar ETFS –Ver Inversiones: ETFS-. Por ejemplo, si busca replicar el comportamiento del S&P500, debería exponerse al SPY. También encontrará ETFS que replican los movimientos del Dow Jones, Nasadaq y otros índices de Europa, etc.

Ahora, si lo que busca es exposición a riesgo local, la única manera hasta el momento es operar Futuro del índice Merval que se negocia en el ROFEX. Su ticker es “I.MERV” seguido del mes y año de vencimiento del contrato.

Entre sus beneficios se destaca el armado de estrategias de cobertura, la posibilidad de diversificar una cartera, y permite posicionar a la baja del índice. Ver Inversiones: Futuros

El primer requisito para operar el índice merval es tener una Cuenta Comitente en Portfolio Personal. Si aún no la posees, aquí podés ABRIR CUENTA.

Todos nuestros clientes pueden operar por 3 canales:
1. A través de la Plataforma Web
2. Enviando órdenes por e-mail
3. Por teléfono

Operatoria web
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Durante los días hábiles y en el horario de operación del mercado, podrás contactarnos por teléfono para solicitarnos una operación llamando al número 0800 345 7599.

El subyacente lógicamente es el índice Merval. El tamaño es un índice, y la moneda de negociación y cotización es en pesos argentinos. La fecha de vencimiento y el último día de negociación es el último día hábil del contrato; en tanto, que los contratos podrán ser negociado para cada uno de los meses del ciclo trimestral marzo, junio, septiembre y diciembre.

La forma de liquidación de los contratos es de tipo cash settlement; es decir, que se liquidan por diferencias en efectivo. Para determinar el valor subyacente de estos contratos se multiplica el valor del índice por un multiplicador de $1.

Los márgenes son establecidos por la cámara compensadora Argentina Clearing S.A., teniendo en cuenta que los valores se pueden ajustar periódicamente en función de la volatilidad y otras condiciones de mercado. Para más información http://www.argentinaclearing.com.ar/riesgo/mercado/, y http://www.argentinaclearing.com.ar/riesgo/colateral/.

Los activos financieros conllevan diferentes niveles de riesgo. Este último generalmente se mide por la probabilidad de que la inversión reciba el impacto de hechos impredecibles (positivos o adversos) que puedan impactar sobre el cumplimiento de los retornos esperados.

La realidad es que este nivel de riesgo de una inversión está directamente relacionado con la rentabilidad esperada. Así es cuanto más inciertos sean la evolución y el resultado de una inversión -y en consecuencia, el riesgo que ella implica-, mayor será la rentabilidad que exija el inversor.

En consecuencia, son muchas las variables que el inversor debe considerar a la hora de tomar una decisión financiera. Estas variables, de hecho, son las que definen un perfil de inversor que resultará clave para ayudarlo a encontrar que productos financieros encajan con sus necesidades y preferencias.

Para comenzar con este perfil se puede empezar por contestar algunas preguntas como cuál es la situación financiera de la que se parte (ingresos, egresos, patrimonio y capacidad de ahorro), los objetivos, y del tiempo para alcanzarlos –horizonte de la inversión-. A la vez que se deberá sumar también otros factores que influyen como la edad, los conocimientos financieros y lógicamente la tolerancia al riesgo.

Usualmente, se identifican tres perfiles:

Conservador: Son quienes prefieren una inversión con mayor grado de certeza en el futuro, resignando obviamente rendimientos. Por ende, son inversores que se caracterizan por ser menos tolerantes al riesgo.

Moderado: Es una posición intermedia. Representa a quienes están dispuestos a tolerar un cierto riesgo, para aumentar su rentabilidad. Suelen tener carteras más diversificadas en cuánto a sus instrumentos.

Agresivo: Con esta definición se identifican los inversores más más arriesgados, que optan por instrumentos de inversión que implican menor grado de certeza, pero mayor promesa de ganancias futuras.

Para ayudar a definir el perfil, el inversor se puede ayudar en un test. Entre ellos, destacamos el del Comisión Nacional de Valores (CNV) en http://www.invertir.gob.ar/secciones/cutiles/testdelinversor.aspx

Para finalizar, lógicamente, debemos responder ¿en qué perfil entran los futuros? Estás suelen identificarse con un perfil de inversor de riesgo AGRESIVO. Ver en Inversiones Futuros Preguntas Frecuentes Riesgos.

Qué son los índices

Los índices son una medida estadística diseñada para mostrar los cambios de una o más variables relacionadas y su tendencia a través del tiempo. En especial, los índices del mercado de capitales expresan cuál es el rendimiento de los distintos mercados (acciones, bonos, etc) en función de las variaciones de precio de una muestra de valores negociables representativa del conjunto de instrumentos negociados.

Al medir la evolución de un mercado, los índices sirven también como referencia para los especialistas que administran carteras de inversión: estos pueden comparar el rendimiento del grupo de valores negociables que seleccionaron para su portafolio de inversiones con el de la "cartera de mercado" representada por el índice. También servir de subyacente para determinados instrumentos financieros derivados, como los futuros, las opciones, los warrants, y Fondos Comunes de Inversión, ETFs (Exchange Trade Funds) que replican, por ejemplo, índices bursátiles o de bonos de diferentes países o regiones.

Clases de Índices

Hay diferentes tipos dentro de estos índices, que pueden por ejemplo, clasificarse por la situación geográfica de los activos que lo componen. Entre ellos, índices nacionales o internacionales. También sectoriales, compuestos por empresas de un sector determinado, o pueden estar conformados por diferente tipo de activos. Hay índices de renta variable, renta fija, de materias primas.

Índices Bursatiles

Puntualmente, los índices bursátiles suele identificarse con un indicador del movimiento de la cotización de las principales acciones que cotizan en un mercado, y es representativo de la evolución de ese mercado o de un segmento del mismo.

Estos se pueden definir como una ponderación matemática -existen varios modelos-de un conjunto de valores que cotizan en un mismo mercado para medir de ese modo de forma total el crecimiento o caídas de sus acciones, o más específicamente un indicador de la rentabilidad promedio de los valores que lo componen.

Si hacemos un poco de historia, el índice bursátil más antiguo –hoy aún en vigencia- es el Dow Jones que surgió, en realidad, concentrado principalmente en empresas ferroviarias. Su historia se remonta a 1882, cuando dos periodistas especializados en finanzas (Charles Dow y Edward Jones), profundizaron el análisis de las cotizaciones de las compañías más influyentes en la bolsa de NY para elaborar un folleto diario, llamado Customer’s Afternoon Letter. Puntualmente, eran nueve empresas ferroviarias y dos industriales, que buscaban como objetivo tener al lector una visión de la evolución de la economía.

En 1889, ese folleto pasó a convertirse en el diario económico más importante del mundo, The Wall Street Journal, en el que Dow ejercía como editor y Jones como administrativo. Mientras que, en mayo de 1896, el índice Dow Jones fue oficialmente lanzado al mercado cuando toma su composición puramente industrial. En ese entonces, la cartera de acciones seleccionada por Charles Dow incluía 12 empresas: la American Cotton Oil Company, la American Sugar Company, la American Tobacco Company, la Chicago Gas Company, la Distilling & Cattle Feeding Company, la Laclede Gas Company, la National Lead Company, la North American Company (empresa del sector energético), la Tennessee Coal, Iron and Railroad Company, la U.S. Leather Company, la United States Rubber Company y la única que permanece en el índice en la actualidad: General Electric.

Los principales índices bursátiles de EEUU

En Estados Unidos, existen tres indicadores bursátiles principales; el Dow Jones Industrial Average, el Nasdaq Composite y el Standard & Poor’s 500. A los tres en conjunto se los conoce como los Security Market Indicator Series (SMIS), y tienen la función de ofrecer un análisis básico de cómo está el mercado financiero.

Si hacemos un poco de historia respecto a los índices bursátiles podríamos decir que el índice estadounidense más antiguo es el famoso Dow Jones Industrial Average (DJIA), simplemente conocido como Dow Jones, que surge de los creadores del Wall Street Journal para medir la actividad económica y financiera de los Estados Unidos a finales del siglo XIX. Este índice refleja hoy el comportamiento medio de las 30 empresas industriales más importantes. Si bien el Dow refleja el precio promedio de una acción de una compañía que forma parte del índice, su cálculo no es tan sencillo como un promedio lineal.

La selección de las acciones que lo componen está a cargo de un Comité de Promedios (Averages Committee) que conforman el Director Editorial del Wall Street Journal, el jefe de investigación de Dow Jones Indexes y el jefe de investigación de CME Group. Si bien la selección de acciones no se rige por reglas cuantitativas, en general una acción solo es añadida si la compañía tiene excelente reputación, presenta crecimiento sostenido y atrae el interés de un gran número de inversores. No tiene una metodología que obligue a su revisión períodica. En consecuencia, los cambios en la composición son poco frecuentes y ocurren generalmente después de adquisiciones corporativas u otros cambios drásticos en el negocio fundamental de una compañía componente.

Por otro lado, el Standard and Poor’s (S&P500), es otro índice bursátil ampliamente aceptado en el sector financiero. En los últimos tiempos, el S&P500 le ha ganado terreno al Dow Jones y es considerado el índice más representativo de las acciones americanas. ¿Por qué? Al tomar un número mayor de compañías (500 versus 30 del DJIA), el resultado representa mejor el comportamiento del mercado accionario. Además, otra diferencia entre ambos índices reside en la forma de calcularse que posee cada uno.

Existen algunos criterios básicos que utilizan los responsables de S&P para incorporar acciones a este índice. En primer lugar, cualquier empresa que quiera acceder al S&P500 debe tener una capitalización bursátil mínima de 3.500 millones de dólares. Además, deberán ser compañías radicadas en Estados Unidos; con un capital flotante de, al menos, el 50%; y deben contribuir a la estabilidad del sector al que pertenezcan, según el índice GICS (Global Industry Classification Standard), entre otros criterios. El S&P500 se calcula con una metodología de capitalización ponderada de los 500 activos que lo componen.

Por último, el Nasdaq Composite es un índice formado por las más de 3.000 acciones que cotizan en el sistema electrónico Nasdaq. Es conocido por albergar a las empresas tecnológicas más importantes tales como Apple, Google, Microsoft, Oracle, Amazon, Intel, entre otras. Su cálculo es por capitalización, ponderada de acuerdo al precio de mercado de cada acción. Una desventaja del Nasdaq es que suele ser más riesgoso y volátil que sus pares Dow Jones y S&P500

Otros índices bursátiles de referencia en el mundo

Entre los índices bursátiles de referencia del mundo, saliendo de EEUU, se encuentra el Eurostoxx 50. Es el principal índice bursátil europeo. Abarca las 50 empresas más importantes de la eurozona por capitalización y volumen de negociación. Mientras que, por países, se destacan el índice Dax 30 (de Alemania), el FTSE 100 (índice de referencia de la bolsa de Londres), y CAC 40 de Francia. En Asia, por su parte, el Nikkei 225. Este último el principal índice japonés compuesto por las 225 empresas con mayor liquidez de la bolsa de Tokio, que fue creado por el diario Nihon Keizai Shinbun.

Metodología del Merval

El Instituto Argentino del Mercado de Capitales (IAMC), determina que el índice Merval -calculado desde 1986-, mide el valor en pesos de una canasta teórica de acciones, seleccionadas de acuerdo a criterios que ponderan su liquidez. El índice está compuesto por una cantidad nominal fija de acciones de distintas empresas cotizantes, y a esta cantidad fija de acciones que cada firma posee en el índice se la denomina cantidad teórica.

Ahora bien, las acciones que componen el índice cambia cada tres meses, cuando se procede a realizar el recálculo de esta cartera teórica, sobre la base de la participación en el volumen negociado y en la cantidad de operaciones de los últimos seis meses. Una vez, calculado este coeficiente de participación en función de la ponderación que cada especie tiene en el volumen total negociado y en la cantidad de operaciones del último semestre, se ordenan todas las acciones cotizantes en forma decreciente según su coeficiente de participación, y se seleccionan aquellas que se encuentran dentro del acumulado del 80% de participación. Además, las empresas seleccionadas deben cumplir con el requisito de haber negociado en por lo menos el 80% de las ruedas del período considerado. Por último, se ajusta la participación de cada acción respecto al total que compondrá el índice Merval, de acuerdo a una fórmula establecida, y desde allí se calcula la cantidad de acciones que cada empresa tendrá dentro de la cartera teórica. Esta cantidad es, en principio, fija durante el trimestre de vigencia de la cartera.

Al menos, salvo que existan eventos corporativos, que puedan modificar esa cantidad teórica. Puntualmente, cuatro eventos: pago de dividendos en efectivo; pago de dividendos en acciones; revalúo de acciones; y suscripciones por nuevas acciones.

Metodología del índice Bolsa de Comercio de Buenos Aires

El nuevo índice general de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, también cierra su nueva composición cada trimestre, aunque a diferencia del Merval su cartera estará determinada por el conjunto de acciones que han negociado como mínimo el 20% de las ruedas de los últimos seis meses. En tanto, este índice es ponderado por capitalización bursátil. De este modo, su valor resulta de la división entre el importe agregado de la capitalización bursátil de las acciones componentes a valores corrientes, por el concepto análogo referido a la fecha base.

Qué índices se pueden operar en el mercado local

La manera de operar índices accionarios desde Buenos Aires es operar ETFS –Ver Inversiones: ETFS-. Por ejemplo, si busca replicar el comportamiento del S&P500, debería exponerse al SPY. También encontrará ETFS que replican los movimientos del Dow Jones, Nasadaq y otros índices de Europa, etc.

Ahora, si lo que busca es exposición a riesgo local, la única manera hasta el momento es operar Futuro del índice Merval que se negocia en el ROFEX. Su ticker es “I.MERV” seguido del mes y año de vencimiento del contrato.

Entre sus beneficios se destaca el armado de estrategias de cobertura, la posibilidad de diversificar una cartera, y permite posicionar a la baja del índice. Ver Inversiones: Futuros

Cómo operar Índice Merval

El primer requisito para operar el índice merval es tener una Cuenta Comitente en Portfolio Personal. Si aún no la posees, aquí podés ABRIR CUENTA.

Todos nuestros clientes pueden operar por 3 canales:
1. A través de la Plataforma Web
2. Enviando órdenes por e-mail
3. Por teléfono

Operatoria web
Desde la Plataforma de Trading - y cargando tu usuario y contraseña - podés ingresar órdenes de compra y venta de CEDEARS desde la opción OPERAR -> FUTUROS.

Operatoria por teléfono
Durante los días hábiles y en el horario de operación del mercado, podrás contactarnos por teléfono para solicitarnos una operación llamando al número 0800 345 7599.

Condiciones del contrato de índice Merval

El subyacente lógicamente es el índice Merval. El tamaño es un índice, y la moneda de negociación y cotización es en pesos argentinos. La fecha de vencimiento y el último día de negociación es el último día hábil del contrato; en tanto, que los contratos podrán ser negociado para cada uno de los meses del ciclo trimestral marzo, junio, septiembre y diciembre.

La forma de liquidación de los contratos es de tipo cash settlement; es decir, que se liquidan por diferencias en efectivo. Para determinar el valor subyacente de estos contratos se multiplica el valor del índice por un multiplicador de $1.

Los márgenes son establecidos por la cámara compensadora Argentina Clearing S.A., teniendo en cuenta que los valores se pueden ajustar periódicamente en función de la volatilidad y otras condiciones de mercado. Para más información http://www.argentinaclearing.com.ar/riesgo/mercado/, y http://www.argentinaclearing.com.ar/riesgo/colateral/.

Perfil del inversor

Los activos financieros conllevan diferentes niveles de riesgo. Este último generalmente se mide por la probabilidad de que la inversión reciba el impacto de hechos impredecibles (positivos o adversos) que puedan impactar sobre el cumplimiento de los retornos esperados.

La realidad es que este nivel de riesgo de una inversión está directamente relacionado con la rentabilidad esperada. Así es cuanto más inciertos sean la evolución y el resultado de una inversión -y en consecuencia, el riesgo que ella implica-, mayor será la rentabilidad que exija el inversor.

En consecuencia, son muchas las variables que el inversor debe considerar a la hora de tomar una decisión financiera. Estas variables, de hecho, son las que definen un perfil de inversor que resultará clave para ayudarlo a encontrar que productos financieros encajan con sus necesidades y preferencias.

Para comenzar con este perfil se puede empezar por contestar algunas preguntas como cuál es la situación financiera de la que se parte (ingresos, egresos, patrimonio y capacidad de ahorro), los objetivos, y del tiempo para alcanzarlos –horizonte de la inversión-. A la vez que se deberá sumar también otros factores que influyen como la edad, los conocimientos financieros y lógicamente la tolerancia al riesgo.

Usualmente, se identifican tres perfiles:

Conservador: Son quienes prefieren una inversión con mayor grado de certeza en el futuro, resignando obviamente rendimientos. Por ende, son inversores que se caracterizan por ser menos tolerantes al riesgo.

Moderado: Es una posición intermedia. Representa a quienes están dispuestos a tolerar un cierto riesgo, para aumentar su rentabilidad. Suelen tener carteras más diversificadas en cuánto a sus instrumentos.

Agresivo: Con esta definición se identifican los inversores más más arriesgados, que optan por instrumentos de inversión que implican menor grado de certeza, pero mayor promesa de ganancias futuras.

Para ayudar a definir el perfil, el inversor se puede ayudar en un test. Entre ellos, destacamos el del Comisión Nacional de Valores (CNV) en http://www.invertir.gob.ar/secciones/cutiles/testdelinversor.aspx

Para finalizar, lógicamente, debemos responder ¿en qué perfil entran los futuros? Estás suelen identificarse con un perfil de inversor de riesgo AGRESIVO. Ver en Inversiones Futuros Preguntas Frecuentes Riesgos.

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